Ordenar las opciones

10.06.2023

Ordenar las opciones: no siempre es mejor tener más. Pasemos ahora a analizar cómo tomamos las decisiones. Es bastante razonable pensar que, cuantas más opciones tengamos, en mejor situación estaremos. Es cierto que tener más opciones puede ser bueno, pero solo hasta cierto punto.

En el caso de algunas decisiones, tener tantas posibilidades puede saturarnos tanto que tomamos peores decisiones y estamos menos satisfechos con lo que finalmente decidimos, sea lo que sea. ¿Y las opciones que hemos dejado pasar: el trabajo que no hemos escogido, el proyecto que hemos gestionado de una manera y no de otra, el mercado en el que podríamos haber entrado frente al mercado en el que lo hemos hecho o el mentor que no hemos elegido? Nuestra mente es increíblemente persuasiva para convencernos de que, tomemos el camino que tomemos, podríamos haber elegido mejor.

En la mayoría de las decisiones, es mucho esfuerzo barajar más de cinco posibilidades. Cuando alguien necesite que tomes una decisión, pídele que te dé cinco opciones como máximo. Si estás solo, pide consejo a tus compañeros para restringir tus alternativas a las mejores posibilidades y luego toma tu decisión. Eso te ayudará a lamentar menos no haber considerado una opción.

Las investigaciones apuntan algunos otros métodos sencillos de ordenar las opciones. En primer lugar, si son muy parecidas, ten presente que es probable que haya más de una buena opción, así que elige solo una. En segundo lugar, ordena tus opciones basándote en el sentido común; por ejemplo, de más cara a más barata o de mayor riesgo/ recompensa a menor riesgo/recompensa. En tercer lugar, barajar muchas opciones es agotador si al mismo tiempo intentas saber qué es lo que quieres. Imagina que quieres cambiar de trabajo.

Si sabes de antemano que querrías una oportunidad para desarrollarte profesionalmente, un trayecto corto al trabajo y mucha libertad, tener un mayor número de posibles trabajos entre los que escoger puede ser útil. Tendrías más posibilidades de encontrar el que más se ajusta a tus deseos (desarrollo profesional, trayecto corto y mucha libertad). No obstante, si no estás seguro de tus preferencias, tener más opciones puede desbordarte.