El aburrimiento

29.05.2024

Me siento atrapado. La frustración del aburrimiento aumenta cuando pienso que cualquier cosa que yo haga es un frenesí absurdo. ¿Qué es exactamente el aburrimiento?

El aburrimiento es una de las cosas más importantes de la vida humana. Sólo el hombre es capaz de aburrirse; ningún otro animal puede aburrirse. El aburrimiento existe únicamente cuando la mente empieza a aproximarse a la iluminación. El aburrimiento es el polo opuesto de la iluminación. Los animales no pueden alcanzar la iluminación, y por tanto, tampoco pueden aburrirse.
El aburrimiento simplemente demuestra que estás tomando conciencia de la inutilidad de la vida, de su rueda repetitiva. Ya has hecho todas esas cosas; nada funciona. Ya has hecho todos esos viajes; nada sale de ellos. El aburrimiento es la primera señal de que estás logrando una gran comprensión de la inutilidad, del sinsentido de la vida.


Puedes reaccionar ante el aburrimiento de dos maneras. Una es lo que hace la mayoría de las personas: escapar de él, evitarlo, no mirarlo a la cara, no enfrentarse con él, dejarlo atrás y huir, dedicarte a cosas que te mantengan ocupado, que puedan convertirse en obsesiones, que te alejen tanto de las realidades de la vida que no vuelvas a ver surgir el aburrimiento.

Aburrirse es necesario
¿Qué es exactamente la meditación? Enfrentarse al aburrimiento es meditación. ¿Qué es lo que hace el meditador? Sentado en silencio, o controlando la respiración, ¿crees que se entretiene con esas cosas? ¡Se aburre terriblemente!


En la meditación hay que esforzarse únicamente por una cosa: abúrrete pero no escapes, y mantente alerta, porque si te duermes has escapado. ¡Mantente alerta! Observa, sé testigo. Si está ahí, está ahí. Hay que mirarlo, penetrar en el núcleo.


Si te pasas sentado horas enteras en una postura de yoga, controlando la respiración, te aburres mortalmente. Y la enseñanza de la meditación contribuye al aburrimiento.

Está todo bajo un perfecto control. Hay que crear el aburrimiento... un aburrimiento mortal. Hay que dar entrada al aburrimiento lo más posible, fomentarlo, apoyarlo por todos lados. Las mismas tardes, la misma tarea, entonar los mismos “mantras”. La misma hora para ir a acostarte... Y así sucesivamente, la misma rueda. Al cabo de unos días te aburres terriblemente y no puedes escapar. No hay forma de escapar. No puedes ir a ver una película, no puedes ver la televisión, no tienes nada que te ayude a evitarlo. Te ves sumido en lo mismo una y otra vez.


Hace falta mucho valor para afrontarlo. Es casi como la muerte, más duro que la muerte, porque la muerte sobreviene cuando te quedas inconsciente. Y estás provocando todo tipo de aburrimiento. ¿Qué ocurre? En eso consiste el secreto de toda meditación: si observas, si no dejas de observar, el aburrimiento aumentará, se intensificará, hasta llegar al culmen. Nada dura eternamente; llega un punto en que la rueda se vuelve hacia el otro lado. Si puedes llegar hasta el otro extremo, al punto culminante, entonces se produce el cambio, la transformación, la iluminación. Me preguntas: «¿Qué es exactamente el aburrimiento?

Un gran fenómeno espiritual. Por eso no se aburren los búfalos; parecen contentos, felices. Sólo el ser humano se aburre. Y entre los humanos, únicamente las personas muy inteligentes, con mucho talento. Los tontos no se aburren. Se sienten felices con su trabajo, ganando dinero, engrosando su cuenta corriente, criando a sus hijos, reproduciéndose, comiendo, viendo una película, yendo a un restaurante, participando en esto y lo otro. ¡Disfrutan! No se aburren. Son los tipos más bajos; en realidad pertenecen al mundo de los búfalos. Todavía no son humanos.

Una persona se hace humana cuando empieza a sentirse aburrida. No hay más que verlo: el niño más inteligente es el que más se aburre, porque nada puede mantener su interés durante mucho tiempo. Tarde o temprano se topa con esa realidad y pregunta: «Bueno, ¿y qué? ¿Ahora qué? Ya está. He visto este juguete, lo he investigado, lo he abierto, lo he analizado, y ya está». Cuando llega a la juventud, ya está aburrido.

El mundo no es ni bueno ni malo. Si eres inteligente, te aburres. Si eres tonto, puedes seguir adelante. Es como un tiovivo, en el que pasas de una sensación a otra. Te interesan las banalidades, las repites una y otra vez y no eres consciente de la repetición, no te das cuenta de que ayer estabas haciendo esto, hoy lo mismo y mañana piensas hacer lo mismo. Debes de ser muy poco inteligente. ¿Cómo puede evitar la inteligencia el aburrimiento? Es imposible. Tener inteligencia significa ver las cosas como son.


Si llegas al culmen... se produce el giro. Claro que se produce. Y con ese giro, la luz penetra en tu ser... tú desapareces y sólo queda la luz. Y con la luz llega el gozo. Te llenas de alegría... no eres, pero estás lleno de alegría, sin razón alguna. Sencillamente, la alegría brota a borbotones en tu ser.
La persona normal y corriente está alegre por alguna razón, porque se ha enamorado de un hombre o una mujer y se siente alegre. Esa alegría es momentánea. Esa persona mañana estará harta de la otra y empezará a buscar de nuevo. La persona normal y corriente está contenta porque tiene un coche nuevo; mañana tendrá que empezar a buscar otro coche. Y así una y otra vez... y no se da cuenta de que al final siempre se aburre. Hagas lo que hagas, al final te aburrirás, porque todo produce aburrimiento. La persona inteligente lo ve, y cuanto antes lo veas más inteligente demostrarás que eres.


Entonces, ¿qué queda? Entonces lo único que queda es el aburrimiento, y hay que meditar sobre eso. No hay forma de huir. Es mejor adentrarse, ver hasta dónde te lleva. Y si puedes seguir adentrándote, te llevará a la iluminación. Sólo el ser humano puede sentir el aburrimiento, y sólo el ser humano puede alcanzar la iluminación.

El aburrimiento desaparece porque sí