Dejar el trabajo

12.03.2024

¿Deberías cambiar de trabajo si no te da alegría?

Como es natural, ordenar agudiza nuestra capacidad de discernir entre lo que nos aporta alegría y lo que no, y aprendemos a aplicar esa sensibilidad a cosas de todo tipo. Conozco muchas personas que cambiaron de trabajo o dejaron el que tenían para poner en marcha su propio negocio una vez que terminaron de ordenar su espacio de trabajo.

Cuando oyen esto, mis clientes a menudo dicen: «Mi trabajo actual no me transmite alegría. ¿Debería irme ahora mismo y buscarme otro?». Cambiando las cosas que se pueden modificar, consigo eliminar muchas de las que me impedían disfrutar de mi trabajo. Ahora me gusta mucho lo que hago. Por supuesto, no todo me da alegría, pero me di cuenta de que, en mi caso, el mejor equilibrio entre vida y trabajo es tener un buen sueldo.

Cuando nos topamos con dificultades en el trabajo, sea en nuestras relaciones con compañeros o clientes o en las responsabilidades de nuestro puesto, esos problemas a menudo se deben a una combinación de factores. Tenemos que examinarlos y resolverlos uno a uno. ¿Qué te da alegría en el trabajo ahora mismo y qué no? ¿Qué se puede cambiar y qué no? Analiza con objetividad tu situación y tu manera de enfocarla y considera qué necesitas hacer para tener un estilo de trabajo que te aporte alegría. Quizá aún haya cosas que puedas hacer para mejorar tu situación.

Decidas quedarte en tu trabajo actual, cambiarte a otro o marcharte para montar tu propio negocio, evaluar y aceptar tu situación actual es una preparación excelente para tu siguiente paso. Esto es algo que me ha enseñado la experiencia de ordenar. Dar un nuevo paso siempre conlleva desprenderse de algo y decir adiós. Por eso es tan importante prepararte mentalmente primero. Quizá sea por el estrés que conlleva, pero, paradójicamente, cuando tratamos con desprecio las cosas que no nos dan alegría, cuando las tiramos pensando solo que no las queremos o necesitamos y las llamamos basura inservible, tenemos más probabilidades de acabar atrayendo la misma clase de cosas y afrontando problemas similares.

Así pues, cuando decidas no conservar alguna cosa, piensa en el bien que te ha hecho y despréndete de ella con gratitud por la relación que habéis tenido. La energía positiva que diriges a ese objeto atraerá nuevos encuentros llenos de alegría. Y el mismo principio sirve cuando nos planteamos cambiar de trabajo. Piensa en tu trabajo de forma positiva, con gratitud, reconociendo que, aunque pueda haber sido duro, te ha enseñado cosas como la importancia de guardar cierta distancia en tus relaciones, o que gracias a esta experiencia has podido encontrar el estilo de trabajo que es mejor para ti. Esta clase de actitud te guiará hacia el trabajo que sea perfecto para la siguiente etapa de tu vida.