Dejar el pasado
Deja ir el pasado para disfrutar el futuro.
Con demasiada frecuencia, tenemos la mente inundada de nuestros mayores temores, preocupaciones, anteriores fracasos y críticas que nos hacen los demás.
Aunque la mayoría experimentamos más acontecimientos positivos que negativos, recordamos los malos y su impacto en nuestra salud mental es enorme.
Cuando somos demasiado críticos con nosotros mismos, perdemos la confianza. Obsesionarnos con fracasos reales o imaginados nos predispone a fracasar en el futuro porque estamos demasiado distraídos pensando en nuestros «defectos».
También nos hace más difícil esforzarnos por alcanzar nuestro ideal de vida profesional o, de hecho, cualquier objetivo, porque estamos obsesionados con los errores del pasado y preocupados por cometer más en el futuro.
Deja de malgastar energía mental cavilando sobre el pasado, comparando lo que tienes o haces con los demás, o dando vueltas a un error que ocurrió la semana pasada. Para desechar un pensamiento negativo, escríbelo en una hoja de papel. Respeta su mensaje pensando en él. Saca una lección clave de él.
Pregunta cómo puede contribuir a tu desarrollo siendo una oportunidad para aprender. Luego, deshazte del papel (tritúralo, quémalo, entiérralo) y el pensamiento desaparecerá con él. Has aprendido del mal pensamiento: quédate con la lección, pero deshazte de la autocrítica.