A parte de los aspectos no modificables, como la edad, existen otros
riesgos para la salud del corazón cuyos efectos negativos podemos
evitar. Sigue estos cuatro puntos.
Practica una actividad física: Realizar una actividad física
disminuye la tensión arterial, los niveles de colesterol 'malo' y
triglicéridos y la grasa corporal. Además, mejora la tolerancia de la
glucosa. Las más aconsejadas para mantener un corazón sano son caminar,
nadar o montar en bici. Caminar es un ejercicio que pueden hacer
personas de todas las edades en su vida cotidiana. Para asegurarse un
corazón sano es fundamental realizar actividad física moderada de manera
regular.
Mejora tus hábitos: Deja de fumar. La nicotina y el monóxido de
carbono aumentan la frecuencia cardíaca, hecho que provoca que la
cantidad y la calidad del oxígeno que llega a los tejidos del cuerpo
disminuyan. No abuses del alcohol. El consumo excesivo puede dañar el
corazón, ya que el alcohol es un tóxico para el músculo cardíaco.
Aliméntate de forma correcta: Prepara al menos dos veces a la semana
pescado fresco. Cocido o al horno aporta ácidos grasos que ejercen un
factor protector cardiovascular. Evita comer alimentos procesados y
ricos en grasas saturadas y aumenta el consumo de antioxidantes y fibra.
Disminuye el consumo de sal y modera la ingesta de azúcar.
Consulta a un especialista: Hazte controles rutinarios. Es
importante visitar a un especialista por lo menos una vez al año para
realizar un análisis periódico.