Aceptable es suficiente

08.06.2023

En la mayoría de las decisiones debes renunciar a la idea de que siempre hay que tomar una decisión perfecta. A veces lo harás, pero muchas otras no. Quizá te cueste creerlo, pero he aquí por qué no pasa nada: en la mayoría de los casos, una decisión aceptable será suficiente. Aspirar a la perfección a menudo es innecesario y tiene un precio.

Ocupa un tiempo que podemos invertir mejor en otras actividades y, a la vez, crea frustración y decepción cuando no hemos tomado la decisión perfecta.

Antes de tomar una decisión, pregúntate qué clase de resultado te dará alegría. No vale la pena intentar tomar una decisión perfecta cuando una aceptable te hará igual de feliz. Además, con lo mucho que cambia el mundo, cualquier decisión que tomes puede ser temporal. Si inviertes demasiado esfuerzo en buscar una solución perfecta, probablemente estarás demasiado comprometido con esa solución, aunque ya no sirva. Por eso aceptable a menudo es más que suficiente.

Para evitar las tendencias perfeccionistas, ponte un plazo para tomar tus decisiones. Lo que ganes dedicando demasiado tiempo a pensar y hablar del tema no merecerá el tiempo y esfuerzo que has invertido. Sé flexible en lo que respecta a modificar tu decisión si aparece información nueva. Y recuerda que, en la mayoría de las decisiones, las consecuencias no son tan graves como puedes creer.

Cuando ordenes tus decisiones, céntrate en lo que tenga mayores repercusiones. A continuación, decide qué merece que le dediques tu tiempo y energía y qué debes eliminar, delegar o automatizar. Así, liberas tus decisiones de la confusión de tener un número apabullante de opciones entre las que elegir y entras en contacto con lo que de verdad quieres lograr. De repente, las decisiones difíciles parecen más fáciles de tomar. En lo que respecta a las decisiones importantes que exigen tu tiempo y energía, estarás más motivado y satisfecho decidas lo que decidas.